En el restaurante Enoteca María en Nueva York, son abuelas las que cocinan en lugar de chefs. Cada día una abuela prepara un plato diferente de su cultura; así que un día puede probar comida peruana, otro pakistaní, otro japonesa, otro surcoreana y así sucesivamente. La mitad el menú cambia a diario. Siempre se mantiene la mitad italiana y la otra mitad depende de la abuela que cocine ese día. Un brillante concepto de diferenciación que evoca la sabiduría de las abuelas en la cocina, y nos traen grandes recuerdos alrededor de la familia. Una vez más, son las historias las que hacen la diferencia y crean una conexión mucho más personal con los clientes. Y así lo cuenta su fundador , Jody Scaravella: Nací y crecí en Brooklyn. Mis padres trabajaban duro y estaban poco en casa. De hecho la cabeza de nuestra casa era la mamá de mi madre, Nonna Domenica. Fue ella quien nos pasó las tradiciones culinarias. Recuerdo yendo con ella al mercado todos los días con su carrito. Paraba en